EL SUICIDIO
En España tenemos una Ley de Eutanasia tan exigua como las ganas que tienen de pagar impuestos las grandes fortunas. ¿Quiénes se creen que son los poderes del Estado? ¿Dios? El suicidio debería ser libre para quien anhele terminar con su vida, tenga los motivos que tenga esa persona para tomar dicha decisión.
Actualmente, en este país de charanga y
pandereta donde campan a sus anchas los ladrones de guante blanco, se permite
la eutanasia sólo en determinados casos y cuando la muerte está soplándote el
cogote. Sé que es un tema delicado, pero si no podemos decidir nuestra propia
muerte cuando nos dé la maldita gana y como nos dé la maldita gana, si no somos
dueños de nuestros cuerpos, de nuestras vidas, por mucho que nos vendan lo
contrario, jamás seremos libres.
¿Cuánto sufrimiento habrían ahorrado a
las familias de las personas que se han suicidado desde que está vigente la
ley? De acuerdo, sería muy duro aceptar que tu hijo, tu hermana, tu padre, tu
primo o tu madre ha tomado esa firme decisión, aunque mucho más difícil es
asumir que se ha suicidado de forma violenta y clandestina. Imagínate: tú, que
quieres dejar de vivir, escuchando por última vez la música que te encanta,
tumbado en tu cama, relajado, sin sufrir, despidiéndote de tus allegados.
Cambia mucho la cosa, ¿no es cierto?
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